Saltar al contenido

Somos viejos y hermanos y nos follamos

  • por

Recuerdo aquella noche en la que mi hermano y yo, después de años de vivir separados, nos encontramos de nuevo en la misma habitación. La atracción entre nosotros era palpable, y no solo porque habíamos crecido juntos.

Desde niños, habíamos compartido una conexión especial, pero nunca habíamos tocado ese tema. Esa noche, sin embargo, todo cambió. La tensión sexual entre nosotros era tangible, y no pude evitar sentir una fuerte atracción hacia él.

La verga gruesa de mi hermano me llamaba la atención, y yo podía sentir su deseo por mí. La excitación era mutua, y pronto nos encontramos en la cama, sin necesidad de palabras.

La intimidad anal fue nuestra primera experiencia compartida, y fue como un descubrimiento. La penetración fue profunda, y el placer compartido fue intenso. Gemimos y jadeamos juntos, con una respiración agitada que nos unió en ese momento.

Después de aquella noche, nuestra relación cambió. Pasamos de hermanos a amantes, y nuestra conexión física se convirtió en una fuente de placer y satisfacción mutua. La experiencia sexual compartida nos hizo sentir más cercanos, y nuestra atracción por el otro se convirtió en una fuerza que nos unía.




Somos viejos y hermanos y nos follamos

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *