Saltar al contenido

Una noche loca de placer con el chino

La noche anterior había estado pensando en él desde el momento en que lo había conocido en el bar gay. Su sonrisa encantadora y su cuerpo atlético me habían dejado sin aliento.

Al final, decidí ir a su casa después de una noche de beber con amigos. Al llegar, me recibió con un beso apasionado en la puerta, y sin más dilación, nos dirigimos a la habitación.

En ese momento, su verga gruesa y su culo estrecho me hacían sentir un deseo intenso. Nos acostamos juntos en la cama, y él comenzó a besar mi cuello y mi pecho, mientras mis manos exploraban su cuerpo desnudo.

La atracción irresistible entre nosotros era palpable. Me metí en su culo estrecho y sentí un placer intenso al sentir su resistencia y su calidez.

Nos movimos con un vaivén lento y sensual, con embestidas profundas y gemidos de placer. Cada movimiento me hacía sentir más cerca de mi orgasmo.

La noche fue un encuentro íntimo y un juego erótico sin igual, donde la pasión desatada y el fuego en la cama nos llevaron a un clímax de placer compartido.

Una noche que nunca olvidaré, y que me ha dejado con una deseo mutuo que me hace soñar con más encuentros íntimos como ese.




Una noche loca de placer con el chino

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *