Recuerdo a este joven chapero latino, con una verga gruesa y un culo estrecho que me dejó sin aliento. Fue una de esas noches que te quedan grabadas en la memoria, donde el deseo y la atracción se convierten en una experiencia inolvidable.
Él tenía esa seguridad en sí mismo que emana desde el interior, una confianza que se refleja en cada movimiento, cada gesto. Me invitó a su habitación, con una sonrisa que me dijo que ya estaba todo listo.
La cama era un espacio íntimo, donde la intensidad del placer se vivía en cada momento. Él me miraba con una atracción irresistible, y yo no podía hacer otra cosa que devolverle la misma mirada.
La primera vez fue una explosión de sensaciones, un clímax que me dejó sin aliento. Luego, nos dedicamos a explorar el uno al otro, a descubrir cada rincón de nuestros cuerpos, a disfrutar del placer compartido en cada momento.
Recuerdo cómo me miraba a los ojos, cómo me besaba con una pasión desatada, cómo me acariciaba con una firmeza que me dejaba sin respiración. Fue una noche de fuego en la cama, donde el deseo mutuo se vivía en cada momento.
Y aunque ya pasó el tiempo, todavía recuerdo la sensación de tener su verga dentro de mí, la sensación de que estábamos hechos para estar juntos. Fue una experiencia que me enseñó a valorar el sexo como una forma de conexión y amor.
Buenas yo primero ahha
Que chavo mas lindo
Me entrego a ese chico para que aga conmigo lo que le plasca